Las infecciones virales del tracto respiratorio generalmente predisponen a infecciones bacterianas secundarias que se asocian con una alta morbilidad y mortalidad, especialmente durante pandemias.
Con base en estudios previos, la coinfección predominante durante las pandemias de influenza desde fines del siglo XIX fue por S. pneumoniae.
Durante la pandemia de COVID-19, S. pneumoniae (neumococo) sigue siendo la bacteria coinfectante más común (tasa de coinfección de S. pneumoniae del 59.5%)1.
La enfermedad de COVID-19, generalmente se manifiesta como una infección del tracto respiratorio y se presenta con fiebre y tos, que puede progresar a neumonía grave, falla multiorgánica y muerte; especialmente en adultos mayores y aquellos con enfermedades crónicas subyacentes.
Se estima que la coinfección bacteriana es predominante en pacientes con COVID-19, con una prevalencia de infección secundaria de hasta el 45%, con una tasa de coinfección por S. pneumoniae del 59.5 %.
Se ha informado que la tasa de portadores de S. pneumoniae en pacientes con SARS-CoV-2 es más alta que en pacientes no infectados; esto podría ser debido al sistema inmunológico debilitado de los pacientes con COVID-191, la inflamación inducida por virus en las vías respiratorias superiores afecta las respuestas inmunitarias a los neumococos, lo que facilita la neumonía bacteriana secundaria por neumococo. En algunos estudios clínicos, se observó que adultos de ≥65 años, que recibieron vacuna contra neumococo, presentaron una menor incidencia de diagnóstico y de hospitalización por COVID-192.
Las condiciones médicas subyacentes de pacientes de cualquier edad con S. pneumoniae aumentan el riesgo de enfermedad grave; COVID-19 ahora se considera un factor de riesgo principal para la neumonía neumocócica y la enfermedad neumocócica invasiva.
Los estudios han demostrado que la coinfección bacteriana con neumococo disminuye la función inmunológica y aumenta la mortalidad de los pacientes con COVID-19, con una mortalidad 7.8 veces mayor en los pacientes coinfectados que en los pacientes que solo tienen neumonía.
La mitad de las muertes por COVID-19 registradas fueron casos de coinfección, y la mortalidad por COVID-19 debida a neumonía en pacientes mayores de 65 años representó el 23 % de las muertes registradas debido a que el debilitamiento de la función inmunitaria causada por COVID-19 sigue siendo un factor de riesgo muy alto de enfermedad neumocócica.
Investigaciones detalladas del impacto de los factores de riesgo y las condiciones médicas subyacentes en el COVID-19 y las enfermedades neumocócicas, como la vejez, el cáncer, la diabetes mellitus, el asma, el tabaquismo, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y las enfermedades crónicas relacionadas con el corazón, los riñones y el hígado, han revelado que la enfermedad neumocócica y el COVID-19 tienen factores de riesgo similares.
La vacunación antineumocócica durante la pandemia de COVID-19 es más crítica que nunca.
La administración de la vacuna antineumocócica conjugada 13-valente (PCV13) y la vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente (PPSV23) evitaría de manera efectiva las coinfecciones más graves durante la pandemia de COVID-191.
BIBLIOGRAFIA:
- Im, H., Ser, J., Sim, U., & Cho, H. (2021). Promising Expectations for Pneumococcal Vaccination during COVID-19. Vaccines, 9(12), 1507. https://doi.org/10.3390/vaccines9121507
- Lewnard JA, Bruxvoort KJ, Fischer H, Hong VX, Grant LR, Jódar L, Gessner BD, Tartof SY. Prevention of COVID-19 among older adults receiving pneumococcal conjugate vaccine suggests interactions between Streptococcus pneumoniae and SARS-CoV-2 in the respiratory tract. J Infect Dis. 2021 Mar 9:jiab128. doi: 10.1093/infdis/jiab128. Epub ahead of print. PMID: 33693636; PMCID: PMC7989304.