VACUNA
RUBÉOLA
¿QUÉ ES LA VACUNA DE RUBÉOLA?
La vacuna contra la rubéola contiene virus vivos atenuados del virus de la rubéola,
y previene contra esta enfermedad en niños y adultos, la enfermedad congénita y sus complicaciones.
¿QUIÉN SE LA DEBE DE APLICAR?
Hombres y mujeres a partir de los 12 meses de edad.
Es de gran importancia vacunar a mujeres en edad fértil para prevenir la rubéola congénita.
¿CÓMO SE APLICA LA VACUNA?
Se recomienda aplicar dos dosis. La primera se administra después de los 12 meses, la segunda dosis se sugiere aplicar a los seis años de edad.
Si no se aplicó las dos dosis de la vacuna o se desconoce, se recomienda aplicar nuevamente en adolescentes o adultos una dosis.
Una sola dosis de vacuna confiere un nivel de inmunidad a largo plazo superior al 95%, que es similar al que genera la infección natural.
Las vacunas contra la rubéola están disponibles en preparaciones monovalentes (vacuna dirigida sólo a un patógeno) o, más frecuentemente, en combinación con otras vacunas que contienen:
- Doble viral: Sarampión y rubéola.
- Triple viral: Sarampión, parotiditis y rubéola.
- Tetra viral: Rubéola, sarampión, parotiditis y varicela.
¿POR QUÉ SE DEBE APLICAR LA VACUNA?
La vacuna contra la rubéola se debe aplicar para prevenir las enfermedades en niños y en adultos, el síndrome de rubeola congénita, así como sus complicaciones como abortos, malformaciones congénitas, ceguera, sordera y otras.

¿PARA QUÉ SE DEBE DE APLICAR LA VACUNA?
Para disminuir el número de casos, las hospitalizaciones y las complicaciones
producidas por la rubéola, incluidas las complicaciones en el embarazo.

¿DÓNDE SE APLICA LA VACUNA EN MÉXICO?
- En centros de vacunación y con médicos privados.
- En centros de salud y hospitales de instituciones públicas.
- Se aplica de forma gratuita a los niños de 1 y 6 años de edad la vacuna triple viral.
- Centros de vacunación públicos.

Centros de vacunación públicos

Centros de vacunación privados
MITOS SOBRE LA VACUNA DE LA RUBÉOLA

LA VACUNACIÓN CONTRA RUBÉOLA YA NO ES NECESARIA
La creencia de que la vacunación contra rubéola ya no es necesaria se deriva del mal entendido de que ha desaparecido la enfermedad. Desde luego, las vacunas han logrado reducciones considerables en la frecuencia de varias enfermedades infecciosas, tales como tétanos, difteria, tos ferina, rubéola congénita, sarampión, parotiditis y poliomielitis.
El número creciente de personas que optan por no vacunarse puede dar lugar a problemas relacionados con la atenuación de la «inmunidad de grupo o rebaño». A menudo el público y los científicos no toman en cuenta que la inmunidad de grupo protege a secciones vulnerables de la población que no pueden recibir vacunación completa (como los pacientes con inmunodeficiencia) contra enfermedades potencialmente graves y letales, al reducir la probabilidad de transmisión de enfermedades infecciosas por otros miembros de la población.
LAS VACUNAS PRODUCEN AUTISMO
Este mito es un argumento muy frecuente en contra de la vacunación y se deriva principalmente de la publicación en 1988 en The Lancet por Andrew Wakefield y colaboradores. En este artículo, Wakefield señaló una relación entre la vacunación contra sarampión, parotiditis y rubéola (SRP, triple viral) y el autismo, basándose en ocho casos, lo que dio origen a inquietudes importantes en torno a la seguridad de las vacunas. Sin embargo, después de investigación considerable, se identificaron varios aspectos importantes relacionados con esta investigación, tales como las inconsistencias metodológicas graves y los conflictos de interés.
Esta controversia dio lugar a una retractación parcial del artículo por The Lancet en 2004, seguido de una retractación completa en 2010. El autor principal del estudio también fue objeto de revocación de su licencia para ejercer la medicina en Inglaterra por el General Medical Council a consecuencia de su grave falta de ética profesional.
En un metanálisis realizado en 2011 se evaluaron los datos obtenidos de cinco estudios de cohortes (con la participación de 1.256.407 niños) y cinco estudios de casos y controles (con la participación de 9,920 niños) acerca de la relación entre las vacunas y el desarrollo del autismo o los trastornos del espectro autista. No se identificó ninguna relación entre la vacuna triple viral y el autismo.
Además, se han estudiado adicionalmente dos componentes de la vacuna (timerosal y mercurio) a los que también se había atribuido como agentes causales de autismo. No se encontró ninguna relación entre timerosal (OR: 1,00; IC 95%: 0,77 – 1,31) o el mercurio (OR: 1,00; IC 95%: 1,93 – 1,07) y el autismo. Los resultados de los estudios han desacreditado la relación entre la vacuna triple viral y el autismo.
LAS VACUNAS PRODUCEN ENFERMEDADES AUTOINMUNITARIAS
El rol de la vacunación en la patogenia de enfermedades autoinmunitarias (probablemente al desencadenar la autoinmunidad) por mucho tiempo ha sido tema de debate. Si bien todavía no se ha esclarecido la causa de estas enfermedades, es posible que desempeñen un papel varios factores, como la predisposición genética, los factores ambientales y las enfermedades infecciosas.
Todavía se está estudiando la relación entre las vacunas y la autoinmunidad. Sin embargo, hasta el momento no existe evidencia definitiva que respalde una relación causal. La mayor parte de los datos que vinculan las vacunas con la autoinmunidad provienen de estudios de casos, que se considera ofrecen un bajo nivel de evidencia. Hasta ahora no se han realizado estudios epidemiológicos extensos que nos proporcionen evidencia clínica convincente y relevante. Dada la naturaleza y la heterogeneidad de los trastornos autoinmunitarios, tales estudios son muy difíciles de llevar a cabo.
En los estudios se ha analizado la incidencia de enfermedades autoinmunitarias en grupos vacunados frente a no vacunados. Ninguno ha demostrado que las vacunas produzcan un aumento en alguna enfermedad autoinmunitaria.
¿LA VACUNA ES SEGURA Y EFICAZ?
Existen gran cantidad de estudios donde se reporta la seguridad de esta vacuna.
El número de países que utilizan vacunas antirrubéolicas en sus programas nacionales sigue aumentando continuamente. Hasta diciembre de 2016, 152 de 194 países habían introducido la vacuna antirrubeólica, aunque la cobertura nacional oscila entre el 13% y el 99%. Los casos de rubéola notificados han disminuido en un 97% de 670,894 en 102 países en 2000 a 22,362 en 165 países en 2016. Las mayores tasas de síndrome de rubéola congénita se registran en las Regiones de África y Asia Sudoriental, que son las que tienen menor cobertura vacunal.
En ensayos clínicos, el 95% o más de los vacunados de 12 meses o más desarrollaron evidencia serológica de inmunidad a la rubéola después de una sola dosis. Más del 90% de las personas vacunadas tienen protección contra la rubéola clínica y la viremia durante al menos 15 años. Los estudios de seguimiento indican que una dosis de vacuna confiere protección a largo plazo, probablemente de por vida. Las tasas de seroconversión son similares para la vacuna antirrubeólica de un solo antígeno, la vacuna triple viral y la vacuna tetra viral.

¿QUÉ MARCAS DE VACUNAS HAY EN MÉXICO?
Vacunas combinadas:
- Sarampión y rubéola: Rudi-Rouvax ®
- Sarampión, rubéola y parotiditis: M-M-R II ®, Priorix ®, Trimovax Merieux ®, Morupar ®
- Sarampión, rubéola, parotiditis y varicela: Priorix Tetra ®
Información para los trabajadores de la salud

BIBLIOGRAFÍA
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