Última revisión: 01/Oct/2020
El sarampión es una enfermedad aguda caracterizada por un periodo prodrómico con fiebre, tos, rinorrea, conjuntivitis y un enantema patognomónico (manchas de Koplik), tras el cual aparece un exantema máculo-papuloso que comienza por la cara y después se generaliza, dura entre 4 y 7 días y a veces termina con una descamación furfurácea. Las complicaciones pueden ser consecuencia de la propia infección vírica o de una sobreinfección bacteriana: otitis media, laringotraqueobronquitis, neumonía y diarrea, más frecuentes en niños pequeños. En aproximadamente 1 de cada 1000 casos aparece una encefalitis, que puede ser grave y dejar secuelas neurológicas; en 1 de cada 100,000 casos puede desarrollarse, al cabo de unos años, una panencefalitis esclerosante subaguda. Los pacientes inmunodeprimidos tienen unas elevadas tasas de mortalidad.
El primer signo del sarampión suele ser la fiebre alta, que comienza unos 10 a 12 días después de la exposición al virus y dura entre 4 y 7 días. En la fase inicial, el paciente puede presentar rinorrea, tos, ojos llorosos y rojos, y pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.
Al cabo de varios días aparece un exantema, generalmente en el rostro y la parte superior del cuello, que se extiende en unos 3 días, acabando por afectar a las manos y pies. El exantema dura 5 a 6 días, y luego se desvanece. El intervalo entre la exposición al virus y la aparición del exantema oscila entre 7 y 18 días (media de 14 días).
Las complicaciones pueden ser graves en todos los grupos de edad. Sin embargo, los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 20 tienen más probabilidades de sufrir complicaciones por el sarampión.
Las complicaciones comunes por el sarampión incluyen infecciones de oído y diarrea.
Algunas personas pueden sufrir complicaciones graves como neumonía (infección de los pulmones) y encefalitis (inflamación del cerebro). Es posible que tengan que ser hospitalizadas y podrían morir.
El sarampión puede hacer que una mujer embarazada dé a luz de manera prematura o que tenga un bebé con bajo peso al nacer.
Pueden existir complicaciones a largo plazo como la panencefalitis esclerosante subaguda que es una enfermedad del sistema nervioso central muy poco frecuente, pero mortal, causada por una infección por el virus del sarampión que se ha contraído anteriormente en la vida, se presenta 7 a 10 años después de que la persona haya tenido sarampión, aun cuando parezca haberse recuperado completamente de la enfermedad.